LA MODERNIDAD COMO
PROBLEMA
Se
puede afirmar con certeza que en muy pocas veces la filosofía se ha destinado
al simple ejercicio de una reflexión teórica alejada de la sociedad en la que
se origina y hacia la que se dirige.
Antes bien, las filosofías reflejan el espíritu de la época en la que se
realizan, convirtiéndose en observaciones críticas y formadoras de la sociedad.
LA IDEA DE MODERNIDAD
El
proceso de transformación de la sociedad occidental involucra un cambio
continuo de maneras de concebir el mundo y de actuar sobre él. Cuando hablamos de los tiempos modernos
podemos ingenuamente pensar que se trata de una época en la que los errores del
pasado han sido superados, y que la manera de vivir y pensar actuales son
superiores. Pero esa idea de progreso
histórico y espiritual es en realidad una creencia característica de lo que
nosotros llamamos “moderno”. Cuando
pensamos en la modernidad creemos que estamos hablando de una forma de ver el
mundo exclusiva de Occidente que se generó cuando terminó la Edad Media. Por supuesto que si hay algo específico de
nuestra época que nos separa y distingue del pasado medieval y antiguo, pero en
realidad nuestra situación actual es fruto de un proceso que se inicia en la
antigüedad. No obstante, a partir del
renacimiento y con la aparición de la Ilustración, Occidente creyó dar un
vuelco radical a sí mismo, tal vez porque creyó pararse en un nuevo punto de
vista a partir del cual empezó a pensar.
El Renacimiento y la Ilustración constituyen dos de los momentos más
importantes de lo que podemos llamar “la conformación del espíritu de la
modernidad”. En su momento, los primeros
pensadores llamados modernos se consideraron a sí mismos en una situación
revolucionaria en las que se estaban desprendiendo de las ataduras de un pasado
anquilosado y estático. Fueron ellos
quienes tildaron de “oscura” la época histórica que los precedió. El mayor conocimiento y una más amplia
perspectiva histórica nos permite ver hoy en día en esa concepción de los
primeros modernos un prejuicio, pues es indudable que la Edad Media fue la cuna
de lo que hoy es Occidente. Sin embargo,
en la situación histórica en la que se hallaban los pensadores modernos que
dieron origen a nuevas formas de ver y transformar el mundo sólo podían alzarse
sobre un nuevo suelo adoptando esa actitud defensiva e ingenua de
autoafirmación.
MODERNIDAD E
ILUSTRACIÓN
¿Qué
es la modernidad? Básicamente
racionalidad. Ya los griegos habían
vivido un proceso de transformación en el que las ideas y los patrones
culturales de su pasado se vieron revolucionados por la filosofía en las
ciudades. Se trata del famoso paso del
mito al logos, en el que se cultivó
la esencia de la racionalidad occidental.
Pero, ¿cómo concibieron los pensadores ilustrados modernos esta
racionalidad? ¿Cómo se empezó a ser
efectiva la idea de racionalidad moderna yen qué han consistido sus
realizaciones?
Immanuel
Kant fue un consumado pensador ilustrado.
En un reconocido artículo suyo titulado Respuesta a la pregunta ¿qué es la Ilustración? Kant expone la idea
central de ese modo de concebir la cultura.
Ser ilustrado es ser capaz de pensar por sí mismo, y pensar por sí mismo
es salir de la condición de minoría de edad de la cual “el hombre mismo es
culpable”. La “minoría de edad”
consiste, en la dependencia intelectual.
Quien vive bajo esa condición no es libre en la medida en que no es
norma para sí mismo, no se rige por su propia razón. El hombre ilustrado, en cambio, es el hombre
que puede ser libre en a medida en que se guía por su propia razón, la cual se
convierte en norma de sus acciones. En
un mundo que no es moderno, los hombres no hacen uso de sus propias capacidades
racionales para interpretar la realidad; no tienen espíritu crítico y no
evalúan conforme criterios racionales los objetivos y resultados de sus
acciones. Bajo este ideal de hombre
moderno ilustrado, la idea de una racionalidad democrática o la idea de la
actividad científica moderna se revelan como manifestaciones ejemplares del
ejercicio de la libertad. Desde el punto
de vista ideal, el ejercicio de la democracia exigiría la discusión argumentada
en la que sí juzgan bajo los mismos criterios formales sus propuestas de
acción, tratando de comprender la posición del otro como la suya propia desde
el tribunal de su propia razón. Por su
puesto, se trata de un ideal político, pero eso es lo que la idea de
ilustración sugiere. Al mismo tiempo, la
actividad científica moderna –entendida como un conjunto de discusiones
argumentadas y racionales, desarrolladas por una colectividad que juzga sus
propuestas entre sí según criterios también racionales y que exponen
continuamente sus hipótesis interpretativas a la crítica-, sería, según los
pensadores ilustrados, el ejemplo más claro del ejercicio de la libertad. Podemos preguntarnos: ¿no constituyen la
ciencia moderna y sus aplicaciones tecnológicas la muestra más clara del éxito
de la propuesta racionalista moderna?
Sólo un análisis más detenido de las implicaciones de esta práctica de
la racionalidad nos puede revelar si el ideal racionalista; nos ha conducido en
efecto a esa libertad soñada por los ilustrados.
UN ANÁLISIS
SOCIOLÓGICO
El
sociólogo y filósofo alemán Max Weber, percibió en la idea de la racionalidad
moderna y su aplicación una falla fundamental que pone en tela de juicio el
noble ideal a partir del cual fue originada.
Para Max Weber la racionalidad moderna consiste básicamente en la
desmitificación de las concepciones de mundo y en eso no se distancia mucho del
proceso de afirmación del pensamiento racional en el mundo griego antiguo. Pero el pensador mítico griego no creía que
su relato fuera una interpretación del mundo, sino que era el mundo mismo. Por el contrario, la actitud crítica de la racionalidad
moderna exige que se separe en sus relatos de la realidad misma y se desprenda
del encantamiento que es propio del mito.
Dirigida fundamentalmente hacia la acción, la racionalidad se convierte
prácticamente en un cálculo de los medios para realizar las acciones,
atendiendo a criterios de eficacia, que por ser estrictamente racionales,
pueden ser aplicados a cualquier fin.
Eso hace que las propuestas racionales de interpretación y
transformación de la realidad tengan un carácter neutro y tengan una pretensión
universal. Pero, ¿cómo se escogen los
fines de las acciones? Los fines mismos
no están expuestos a la discusión racional misma, pues cuando tal cosa se hace
se convierten a su vez en medios para ser evaluados. Para Weber, el problema de esta concepción y
práctica de la racionalidad es que genera un vacío de sentido, que antes sí era
llenado por la visión mítica. La
racionalidad desencantada no satisface las ansias de sentido de los hombres,
provocando una diversidad de fines, valores y sentidos que no pueden ser
racionalizados y que ponen en peligro la cohesión social. La ausencia de sentido, que provoca la
práctica de la racionalidad, estimula el culto racional a una diversidad de
valores que evaden la confrontación racional misma. Todo lo que nos dice Weber no nos debe
parecer para nada extraño. Cuando
pensamos en los problemas actuales del multiculturalismo y en sus consecuencias
estamos discutiendo el mismo problema.
La racionalidad occidental, representada en la ciencia y en la técnica,
que se ha extendido por el mundo, aparece como un instrumento neutro que puede
ser usado para cualquier fin; y los fines parecen sólo depender de los modelos
de valores de cada cultura. ¿Pero
cualquier fin es válido? Al no poder ser
examinados racionalmente los fines todos adquieren el mismo valor, y en ese
cado los choques entre culturas no serían resolubles haciendo uso de las armas
de la razón, la que, en principio, pareciera ser la única universalmente
aplicable en esos casos. Por la misma razón
también pensamos que cada persona puede escoger los fines que quiera según su
propio criterio irracional y que lo único compartido puede ser el instrumento
racional para escoger los medios.
EL PAPEL DE LA
FILOSOFÍA
El
análisis de Weber y de otros filósofos de otras tendencias ha hecho evidente
que la idea misma de modernidad se encuentra en crisis. Los fenómenos del nazismo y el stalinismo
alrededor de la Segunda Guerra Mundial se han convertido para muchos filósofos
en los ejemplos más claros del resultado de aplicar una idea de racionalidad
mal concebida. Pero esos fenómenos
sociales extremos no son los únicos que han sido expuestos a la crítica. La sociedad occidental se ha desarrollado en
los últimos siglos de tal forma que el modo de vida de los hombres en las
sociedades industriales avanzadas se ha visto seriamente determinado por el
imperio de la técnica. Las realizaciones
de la racionalidad instrumental se han convertido en el símbolo del vaciamiento
de sentido del hombre moderno, más que en fuente de felicidad humana. Así como los filósofos de los orígenes de la
modernidad pensaron un mundo y una sociedad y determinaron con sus ideas el
desenvolvimiento histórico de Occidente, los pensadores contemporáneos también
nos han obligado a hacer un alto en el camino, haciéndonos pensar en nuestra
manera de vivir y actuar. La filosofía,
como siempre, se convierte en una toma de conciencia y en un esfuerzo de
autorreflexión de cada época y sociedad, pues al surgir de la sociedad misma,
no tiene otro remedio que volcarse sobre ella para pensarla, señalando las
fuentes de la infelicidad. Y si bien, en
los últimos tiempos la filosofía se ha acostumbrado a no ofrecer soluciones
mesiánicas a los dramas del hombre contemporáneo, su trabajo interpretativo es
un síntoma claro de que a pesar de sus eventuales deficiencias, la racionalidad
occidental puede pensarse a sí misma críticamente señalando sus límites, y eso
es lo que la hace tan valiosa.
Referencias
Bibliográficas
ARCHILA RUIZ, Leonardo, SERRANO
LÓPEZ Guillermo y TORREGROSA, Enver y Otros.
Filosofía 11º, 2ª edición, Santafé de Bogotá, Editorial Santillana,
2000. Páginas: 102-105.
Actividades:
1.
Con
base en la información del texto, realice un comentario sobre el siguiente
interrogante: ¿En qué consiste ser racional?
2.
¿La
tecnología nos hace libres?
4.
Fecha
límite para la publicación de sus comentarios y el envío de sus correos: 14 de Septiembre/2012.